MARTIN PISTORIUS: ATRAPADO EN SU CUERPO DURANTE 12 AÑOS, PERO CONSCIENTE DE TODO

Martin Pistorius: consciente en silencio durante más de una década

Martin Pistorius, un joven originario de Johannesburgo, Sudáfrica, fue diagnosticado erróneamente en su adolescencia con un resfriado común. Sin embargo, padecía meningitis criptocócica y tuberculosis cerebral. A los 12 años perdió la capacidad de hablar, moverse y mantener contacto visual. En pocas semanas, entró en lo que los médicos consideraron un estado vegetativo permanente.


Durante más de diez años, su familia lo cuidó con esmero, sin saber que Martin estaba completamente consciente. Aunque su cuerpo no respondía, su mente permanecía activa, siendo testigo silencioso de todo lo que ocurría a su alrededor. Recordaba noticias globales, conversaciones domésticas e incluso los intentos fallidos por comunicarse. Uno de los momentos más frustrantes fue cuando trató de mover su brazo para demostrar que estaba despierto, sin lograr que nadie lo notara.


Martin asegura que recuperó plenamente su conciencia alrededor de los 14 o 15 años, pero no pudo comunicarse hasta mucho después. Entre los momentos más dolorosos de ese período, destaca cuando escuchó a su madre decir —pensando que él no podía oír—: “Espero que te mueras”. Aunque fue un comentario impulsado por la desesperación acumulada, Martin la entendió. Reconoció el sufrimiento de su madre y el desgaste emocional de una situación que parecía no tener salida.




Aquel momento marcó un punto de quiebre. Poco tiempo después, una terapeuta llamada Virna van der Walt notó reacciones sutiles en los ojos de Martin, señales de que estaba consciente. Gracias a nuevas evaluaciones cognitivas y terapias especializadas, comenzó un lento proceso de recuperación. Aprendió a comunicarse por medio de una computadora adaptada, recuperó algo de movilidad en su cabeza y brazos, estudió informática, escribió un libro titulado Ghost Boy y construyó una vida junto a Joanna, una trabajadora social con quien se casó.


Hoy, con 49 años, Martin Pistorius vive con su esposa e hijo, trabaja como desarrollador web y comparte su historia para sensibilizar sobre la realidad de quienes, como él, no pueden expresarse con facilidad. Su testimonio se ha convertido en un llamado a la empatía, la paciencia y la comprensión.

¿Qué tanto estamos preparados para entender el sufrimiento silencioso de quienes no pueden comunicarse? ¿Es la sociedad capaz de escuchar incluso cuando no se pronuncian palabras?

SIGUIENTE PUBLICACIÓN PUBLICACIÓN ANTERIOR
SIN COMENTARIOS
AGREGAR COMENTARIO
URL del comentario