Marchas masivas en Nepal provocan la caída del gobierno

En Nepal, la creciente ola de inconformidad social derivó en una de las movilizaciones más grandes de su historia reciente. Tras varias semanas de protestas, cientos de millas de ciudadanos se congregaron en Katmandú y en otras ciudades del país para exigir la renuncia del gobierno, lo que finalmente desencadenó su dimisión.

El origen del descontento se relaciona con la decisión oficial de restringir el acceso a redes sociales, acompañada de otras medidas que fueron consideradas por la población como limitaciones a la libertad y la participación ciudadana. La presión de las marchas y la magnitud de la movilización hicieron insostenible la permanencia de las autoridades en el poder.

Especialistas señalan que episodio este refleja la frustración de amplios sectores de la sociedad, en especial de la población joven, frente a políticas que no respondieron a sus necesidades ni expectativas. La comunidad internacional, por su parte, ha expresado preocupación por la crisis política en Nepal y ha llamado a una transición ordenada que respeta la estabilidad democrática y los derechos fundamentales.

Pregunta para la comunidad: ¿Cree usted que las manifestaciones ciudadanas deben llegar al extremo de forzar la caída de un gobierno, o existen otros mecanismos más efectivos y menos riesgosos para lograr cambios políticos?